Focaccia

Porque no todo en este mundo es pizza. Hoy vamos a descubrir a su prima hermana, la focaccia.

INGREDIENTES – para una focaccia mediana o dos pequeñas

• 125 ml agua templada
• medio cuadradito de levadura fresca
• 300g harina
• 4 cucharadas de aceite de oliva
• 1/4 de cucharadita de sal
• sal gruesa para espolvorear por encima
• romero (mejor si es fresco

Esta masa italiana comienza su viaje, como todas las masas, mezclando la harina + levadura desmigada + agua templada + sal + 2 cucharadas de aceite de oliva. Mareamos todo bien durante un buen rato (recordad que podéis empezar a amasar con una cuchara de madera pero siempre hay que acabar metiendo las manos en la masa) Cuando tengamos una masa firme pero con cierta flexibilidad será el momento de meterla en un bol enharinado y dejarla reposar una hora o hasta que doble su volumen en un sitio sin corriente, por ejemplo – oh sorpresa- el horno apagado.

Una vez haya inflado considerablemente, puñetazo en el centro y a quitarle todo el gas amasando nuevamente. Acto seguido cogemos el rodillo, lo enharinamos ligeramente para evitar que se nos pegue a la masa y la estiramos dándole la forma plana que más nos guste, dejando un grosor de unos 2cm más o menos (si queremos una focaccia más fina lo aplanáis más, tened en cuenta que en el horno subirá)

Una vez dada la forma la colocamos sobre papel para hornear o silpat (si no lo conocéis, echadle un ojo) y dejamos que repose una media horita. Antes de que se acabe el tiempo de leudado podemos ir precalentando el horno para que esté listo cuando queramos meter la focaccia.
Acabado el segundo tiempo de leudado le damos unos buenos y profundos toques con los dedos por toda la superficie. Ahora sólo nos quedaría echarle las dos charadas ue altaban

de aceite de oliva+ sal gruesa + romero y procedemos a hornear a 200ºC con calor arriba y abajo durante unos 20min, o si os gusta más doradita y crujiente 18min y 2 de gratinado suave.

Otras opciones interesantes son ponerle por encima rodajas de tomate, queso o aceitunas para darle un toque de sabor. Yo hice una normal y otra saborizada y la verdad, no sabría cual elegir.

Et c’est fini. Ala, a comer! Y recordad, ¡quedaros en casa!